El conflicto en Ucrania da un nuevo giro con el uso de misiles de fabricación norcoreana por parte de Rusia, según informes de inteligencia. Esta escalada coincide con la implementación de una nueva doctrina nuclear por parte del Kremlin, en respuesta al apoyo militar de Occidente a Ucrania.
La autorización de Estados Unidos y la OTAN para que Ucrania utilice misiles de largo alcance ha generado una respuesta contundente de Moscú. En las últimas 24 horas, Rusia lanzó múltiples misiles balísticos proporcionados por Corea del Norte contra infraestructuras críticas en Ucrania. Según fuentes ucranianas, los ataques han alcanzado objetivos clave en las regiones de Kiev, Dnipró y Lviv, causando significativos daños materiales y víctimas civiles.
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó el uso de estos misiles y destacó la colaboración estratégica con Corea del Norte. Este intercambio de armamento incluye misiles balísticos y tecnología avanzada, marcando una alianza inédita entre ambas naciones. Ucrania, por su parte, denunció la acción como una violación directa de las normas internacionales y solicitó apoyo adicional de sus aliados occidentales.
En paralelo, Vladimir Putin anunció una actualización de la doctrina nuclear rusa, que incluye nuevas directrices para el uso preventivo de armas nucleares en caso de amenazas existenciales. Esta medida ha sido interpretada como una respuesta a la creciente presión militar en el frente oriental.
El conflicto en Ucrania se agrava con la participación activa de terceros países como Corea del Norte, complicando aún más los esfuerzos diplomáticos para lograr un alto el fuego.
Por: Alfredo Vidal