Maoz y Aziz, dos empresarios de Israel y Palestina respectivamente, cuyas familias han sido destrozadas por la guerra, compartieron su testimonio: “Nuestro dolor nos ha acercado para crear un futuro mejor”, dijeron durante el evento en la Arena de Verona.Una ovación en pie, luego silencio, oración, lágrimas, una sonrisa y un abrazo con el Papa Francisco fueron los hechos que marcaron el emotivo momento frente a las 12.500 personas presentes en el simbólico monumento de Verona.”Esto no es sólo coraje y testimonio de querer la paz, sino también un proyecto de futuro”, aseguró el Papa Francisco.“¿Para qué sirve la guerra?”, preguntó Francisco. “Por favor, dejadnos un pequeño espacio de silencio, para escuchar”. Y mirando el abrazo de los dos, cada uno desde su corazón, rezar al Señor por la paz y tomar la decisión interior de hacer algo para acabar con las guerras”, fue el mensaje final del sumo pontífice.
Por: Diego Rueda