El presidente electo Donald Trump se prepara para implementar una agenda de deportación masiva que incluye la revocación de uno de los programas migratorios más destacados del gobierno de Joe Biden. Este programa, conocido como “parole in place”, fue diseñado para ofrecer un estatus legal a ciertos individuos indocumentados que están casados con ciudadanos estadounidenses.
Aprobado en junio de 2024 y bajo el marco del programa “Manteniendo a las Familias Unidas” (Keeping Families Together), se estimaba que este parolehumanitario beneficiaría entre 750.000 y 800.000 personas. Sin embargo, su existencia se vio amenazada por desafíos legales, culminando en su anulación por el juez de distrito J. Campbell Barker, quien fue designado por Trump durante su primer mandato. En su fallo, el juez Barker argumentó que el Gobierno no tenía la autoridad para implementar dicho programa sin la aprobación del Congreso.
Este programa había sido fundamental para proteger a cónyuges indocumentados de ciudadanos estadounidenses de la deportación y les permitía trabajar legalmente mientras buscaban la ciudadanía. Además, incluía a hijastros indocumentados que cumplían con ciertos requisitos, como haber residido en Estados Unidos durante al menos diez años.
Con la administración Trump a punto de asumir el poder, muchos temen que este cambio en las políticas migratorias afecte gravemente a las familias que dependen del “parole in place” para su estabilidad y futuro en el país.
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Por: Sebastián Vera