En cumplimiento de su deseo, el papa Francisco fue sepultado en un sencillo sepulcro de mármol en la Basílica de Santa María la Mayor, mientras fieles de todo el mundo le rinden homenaje tras una despedida histórica en el Vaticano.
Con una ceremonia privada presidida por el cardenal camarlengo Kevin Farrell, el papa Francisco fue inhumado este sábado en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma, conforme a su voluntad. La sepultura, ubicada en la nave izquierda entre la capilla Paulina y la capilla Sforza, destaca por su sencillez: una lápida de mármol italiano, adornada con flores blancas y la inscripción “Franciscus”, orientada hacia la venerada imagen de la Virgen Salus Populi Romani.
A las afueras de la Basílica, cientos de fieles se reunieron para rezar el rosario en memoria del primer pontífice latinoamericano. El cardenal decano recordó con emoción que “hoy, con su llegada a esta Basílica, nuestro amado papa Francisco completó su último viaje”. Desde el domingo 27 de abril, la tumba estará abierta a las visitas de peregrinos, quienes podrán rendir homenaje al pontífice que dejó una profunda huella en la Iglesia y el mundo.
La jornada de despedida comenzó horas antes en la Plaza de San Pedro, donde más de 400.000 personas se congregaron para asistir a su funeral. La ceremonia, dirigida por el cardenal Giovanni Battista Re y el Colegio Cardenalicio, contó con la presencia de delegaciones de 150 países y cerca de 50 jefes de Estado, entre ellos Donald Trump, Vladimir Putin, Volodímir Zelenski, el rey Felipe VI y líderes latinoamericanos como Lula da Silva y Javier Milei.
En un acto cargado de simbolismo, el cuerpo del papa Francisco recorrió una última vez las calles del Vaticano en su papamóvil, recibiendo un homenaje de rosas, aplausos y oraciones. En el cierre de los actos, un reducido grupo compuesto por niños, familiares de presos y personas a quienes Francisco ayudó directamente, participó en la ceremonia final en Santa María la Mayor.
Francisco será recordado como el papa de la humildad, el defensor de la paz y el medio ambiente, y el líder que tendió puentes entre creyentes y no creyentes, dejando un legado que trasciende las fronteras religiosas y culturales.