La terapia se basa en la colocación de imanes en puntos estratégicos del cuerpo, con el objetivo de restablecer el equilibrio del pH y mejorar la salud general.Esta técnica ha ganado popularidad por sus múltiples beneficios, que abarcan tanto aspectos físicos como emocionales.Uno de los principales efectos positivos del biomagnetismo es la desintoxicación del organismo. Durante las sesiones, los imanes estimulan órganos como el hígado y los riñones, facilitando la eliminación de toxinas y desechos. Esto promueve un cuerpo más limpio y contribuye a mejorar la vitalidad.Además, el biomagnetismo es eficaz en el manejo del dolor, tanto agudo como crónico. La saturación magnética genera un proceso de despolarización que reduce la inflamación en los tejidos, ofreciendo un alivio significativo a medida que avanza el tratamiento.Los pacientes suelen reportar una mejora gradual en su dolor y en la inflamación, lo que representa una solución progresiva a estos problemas.La terapia también se centra en el bienestar emocional, ayudando a disminuir la ansiedad y el estrés. Muchos pacientes experimentan una profunda relajación durante las sesiones, lo que les permite afrontar mejor las tensiones diarias y mejorar la calidad de su sueño.Otro aspecto destacable es su capacidad para mejorar la oxigenación y circulación sanguínea, lo que resulta en una cicatrización más rápida de lesiones, especialmente en personas con problemas como la diabetes. Aunque el biomagnetismo no sustituye los tratamientos médicos convencionales, actúa como un complemento que potencia su efectividad.
Por: Evelin Salazar