Henry Valencia, representante del Consejo Comunitario Afro de Miraflores (Guaviare), se pronunció desde Bogotá, donde líderes afro, campesinos e indígenas se movilizan para exigir al Gobierno Nacional garantías en seguridad, salud, educación, vivienda y protección ambiental en sus territorios.
En una contundente muestra de unidad y firmeza, representantes del Consejo Comunitario Afro del municipio de Miraflores, Guaviare, llegaron a Bogotá para exigir respuestas concretas del Gobierno Nacional frente a las graves problemáticas que aquejan sus territorios. Henry Valencia, uno de sus voceros, insistió en la necesidad de acciones integrales que garanticen derechos fundamentales como la salud, la educación, la seguridad y la vivienda digna.
“Estamos aquí para decirle al Gobierno que no puede seguir ignorando a las comunidades que históricamente han cuidado los territorios. Exigimos inversión real, diálogo directo y políticas diferenciadas que reconozcan nuestras necesidades”, declaró Valencia.
Además de sus demandas sociales, las comunidades afro hacen un llamado urgente en materia ambiental, pidiendo que el Estado reconozca su papel como guardianes ancestrales de los ecosistemas amazónicos. Según el líder, las estrategias de conservación deben construirse desde un enfoque intercultural que incluya la experiencia y el conocimiento de quienes han habitado y protegido estas tierras por generaciones.
“Estamos buscando un acercamiento ambiental. Queremos que el gobierno ponga los ojos sobre nosotros: afros, indígenas y campesinos. Somos quienes realmente cuidamos los territorios, quienes resistimos al conflicto, a la minería ilegal y a la deforestación”, agregó.
Las comunidades esperan que esta movilización impulse la creación de mesas de diálogo reales y vinculantes con las autoridades nacionales, que se traduzcan en políticas públicas construidas desde las bases, con enfoque territorial, y no en promesas incumplidas. Denuncian altos índices de pobreza, abandono estatal y vulneración de derechos humanos en sus territorios.
Esta iniciativa se suma a los esfuerzos de múltiples organizaciones regionales que continúan alzando la voz para que sus derechos, territorios, culturas y saberes ancestrales sean protegidos y reconocidos como piezas clave para la construcción de un futuro sostenible e incluyente en Colombia.