La comunidad recibe vacunas, fumigación y toldillos como parte de una ofensiva directa para contener el virus y proteger la salud pública.
Con el despliegue de vacunación masiva, fumigación intensiva y vigilancia epidemiológica, Girardot enfrenta con contundencia el brote de fiebre amarilla que amenaza la región. La estrategia busca cortar el ciclo de contagio antes de que se presenten casos graves en el municipio.
Desde el 16 de abril se puso en marcha un plan integral que involucra a personal de salud, brigadas móviles y equipos técnicos trabajando de manera simultánea. Las acciones buscan evitar que se repita el panorama crítico de municipios vecinos afectados por el virus.
Se habilitaron cuatro puntos de vacunación para aplicar de forma continua las primeras 7.000 dosis disponibles. A esto se suma el anuncio de la llegada de 50.000 vacunas adicionales, asegurando la cobertura total del municipio, especialmente en zonas vulnerables.
Además, se desplegaron equipos de fumigación en barrios como 20 de Julio y Alto de la Cruz. Estos operativos continuarán en horas de la noche en sectores con alta presencia de personas, como plazas de mercado, colegios y zonas comerciales.
Como medida adicional, se están entregando toldillos impregnados con repelente, que ofrecen hasta dos años de protección. Estas barreras físicas se distribuyen en viviendas rurales y urbanas para reforzar el escudo contra el mosquito transmisor.
Esta iniciativa es promovida por las autoridades locales en conjunto con organizaciones comunitarias y personal de salud comprometido con la prevención. Se hace un llamado a los habitantes a vacunarse a partir de los 9 meses de edad y a reportar síntomas al número 321 394 5354.