Todo empezó en 1963, cuando en un rincón de San Bernardo, un pequeño municipio colombiano, se descubrió algo sorprendente: un cadáver en perfecto estado de conservación. Hallado en una bóveda de un cementerio local.Este descubrimiento marcó el inicio de un fenómeno extraordinario que transformó a San Bernardo en el centro de un misterio que ha desconcertado a científicos y curiosos por igual.A medida que el tiempo avanzaba, la pequeña localidad se convirtió en el epicentro de un fenómeno inquietante: más de 180 casos de momificación natural habían sido registrados hasta la fecha. La mayoría de estos cuerpos se encontraban en un mausoleo conocido como José Arquímedes Castro, un lugar que, junto con el museo local, ha atraído la atención internacional.La leyenda de San Bernardo revela que hace siglos, los primeros habitantes descubrieron por casualidad que los cuerpos de sus ancestros no se descomponían como en otras partes. En cuevas escondidas entre los cerros, encontraron que las extremas condiciones de aridez y salinidad mantenían los cuerpos casi intactos.Los habitantes interpretaron esto como una bendición de los dioses, lo que llevó al desarrollo de la tradición de momificación natural. Los cuerpos eran enterrados en posición fetal y envueltos en pieles de llama. Con el tiempo, esta práctica se perdió en el olvido hasta su redescubrimiento en el siglo XX.Hoy en día, los científicos han identificado varios factores que podrían contribuir a esta preservación excepcional. Las extremas temperaturas, la baja humedad y la alta concentración de sal en el suelo parecen ser cruciales. Sin embargo, estas explicaciones aún no han sido confirmadas de manera definitiva.Existen también teorías sobre la influencia de la dieta local y posibles factores genéticos o biológicos, pero ninguna de estas hipótesis ha sido comprobada en su totalidad.
Por: Evelin Salazar