A través de la práctica de actividades como la jardinería y el cultivo de productos hortícolas, los residentes de este Centro, administrado por la Beneficencia de Cundinamarca, disfrutan de una oportunidad única para mejorar su bienestar y calidad de vida.“La participación en la huerta terapéutica no requiere demasiado esfuerzo y les brinda grandes beneficios como el desarrollo del sentido de propósito social, autonomía, empoderamiento y aprendizaje”, manifestó la gerente de la Beneficencia de Cundinamarca, María Isabel Salgado Cardona.De acuerdo con la funcionaria, esta es una iniciativa innovadora que combina la terapia hortícola con métodos geogónicos (parte de la geología que estudia el origen y transformación de la Tierra), para ofrecer una experiencia enriquecedora y significativa.Espacios como este promueven no solo el bienestar físico, emocional, y cognitivo, sino que también sirven como un incentivo para el desarrollo de un proyecto de vida.
Por: Ayza Trujillo Laguna
