Con más de 400 años de historia, esta joya arquitectónica guarda secretos que han desconcertado a guardias y visitantes.Originalmente propiedad del general Luis Ernesto Vélez, quien recibió estas tierras tras su participación en las batallas de la independencia, la Casona mezcla elementos coloniales y estratégicos de la arquitectura militar. Sus túneles subterráneos, diseñados como rutas de escape, reflejan el ambiente de peligro constante que rodeó su construcción.Entre los relatos más inquietantes se encuentran las sensaciones inexplicables que muchos han experimentado al acercarse a la capilla trasera. Se cree que una fosa común, donde yacen restos de esclavos y víctimas de la peste, podría ser el origen de estas energías perturbadoras. La situación ha llevado a varios guardias a renunciar, incapaces de enfrentar lo que describen como “presencias inquietantes”.Más allá de los fenómenos paranormales, La Casona alberga un calabozo utilizado para esclavos, recordatorio de los oscuros episodios de abuso y sufrimiento. Este aspecto, junto con su entorno natural y belleza arquitectónica, ha impulsado el interés turístico por el lugar.El Ministerio de Cultura y entidades locales han manifestado su compromiso con la preservación de este monumento. El objetivo es equilibrar su valor histórico con un turismo responsable que respete la memoria y los misterios que La Casona de Hato todavía guarda.
Por: Evelin Salazar