La Conferencia de Presidentes, celebrada por primera vez en Barcelona, estuvo marcada por tensiones políticas entre el Gobierno central y los líderes autonómicos del Partido Popular (PP).
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, rechazó las peticiones de adelanto electoral formuladas por varios presidentes autonómicos del PP, reafirmando que las elecciones generales se celebrarán en 2027, como está previsto.
Uno de los momentos más polémicos fue protagonizado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien abandonó la sala durante las intervenciones en euskera y catalán del lehendakari Imanol Pradales y el presidente catalán Salvador Illa, respectivamente. Ayuso había advertido previamente que no utilizaría dispositivos de traducción y que solo aceptaría intervenciones en castellano.
A pesar de las tensiones, la conferencia abordó temas clave como la financiación autonómica, la vivienda y la educación. Sánchez anunció un nuevo programa dotado con 175 millones de euros para garantizar el acceso gratuito a la educación infantil para familias con rentas bajas. Sin embargo, las diferencias entre el Gobierno y los líderes autonómicos del PP dificultaron la posibilidad de alcanzar acuerdos significativos.