El presidente Volodímir Zelenski calificó el ataque como un acto de “terrorismo deliberado” y pidió a la comunidad internacional aumentar la presión sobre Moscú.
Al menos 34 personas, incluidos dos niños, murieron y otras 117 resultaron heridas tras un ataque con misiles balísticos rusos en el centro de Sumi, al noreste de Ucrania, el domingo 13 de abril de 2025. El bombardeo, que coincidió con las celebraciones del Domingo de Ramos, impactó zonas residenciales y un campus universitario, según informaron autoridades ucranianas.
El Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania reportó que entre los heridos hay al menos 15 menores. Se sospecha que los misiles utilizados fueron del tipo Iskander-M, lanzados desde la región rusa de Kursk. Este ataque es uno de los más letales desde el inicio de la invasión rusa en 2022 y ocurre en un momento en que Ucrania había aceptado una tregua de 30 días propuesta por EE.UU., aunque sin una respuesta formal del Kremlin.
Hasta el momento, el gobierno ruso no ha emitido una declaración oficial sobre el ataque. Este suceso refuerza la percepción europea de que Rusia no tiene interés en una tregua propuesta por Estados Unidos y ya aceptada por Ucrania hace un mes.
En respuesta, los ministros de Exteriores de la Unión Europea se han reunido en Luxemburgo para discutir estrategias de presión, con la Alta Representante Kaja Kallas instando a ejercer la “máxima presión” sobre Moscú.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, condenó enérgicamente la “crueldad” del presidente ruso Vladímir Putin tras el ataque. Sánchez reiteró a través de la red social X (antes Twitter) el pleno apoyo de España y la Unión Europea a Ucrania hasta lograr una “paz justa y duradera”.
La situación en Ucrania continúa siendo crítica, y el impacto de este tipo de ataques eleva la tensión entre ambos países en guerra.