Los campesinos, el motor de la alimentación en el país, ven cómo su arduo trabajo no es valorado ni recompensado adecuadamente. Además, los productores locales se encuentran con intermediarios y competencia desleal, priorizando productos extranjeros sobre los nacionales, esto afecta directamente a los campesinos que trabajan la tierra con dedicación para ofrecer la mejor calidad a precios justos.Humberto Romero, un campesino de Ubaté, lidera Asovolcán 3, una empresa que nació en 2007 para mejorar la calidad de vida de su comunidad. Desde entonces, han hecho esfuerzos significativos para aumentar la producción y eficiencia, incluso adquiriendo un vehículo para recolectar leche y construir su propio centro de acopio.A pesar de estos esfuerzos, los precios actuales de la leche no compensan la actividad que se realiza. “No entendemos cómo un país tan productor como lo es Colombia, sus tierras fértiles y productivas, teniendo los climas, tengan que traer producto extranjero”, expresa Humberto, resaltando el impacto negativo de las importaciones en los productores locales.Don Humberto hace un llamado al Gobierno para que apoyen a los productores de leche, y pide mejoras en la producción, industrialización y garantías para la comercialización, asegurando un futuro sostenible para el sector lácteo de Ubaté.
Por: Mauricio Reyes