10 días después del atentado contra Donald Trump, en la audiencia Cheatle dijo “la misión solemne del Servicio Secreto es proteger a los líderes de nuestra nación. Y el 13 de julio fallamos”, ante la comisión del Congreso que la interrogó el lunes. También asumió “toda la responsabilidad” en lo que pasó ese día, pero se negó a renunciar, porque, aseguró, se siente “orgullosa más allá de las palabras” de cómo reaccionaron los suyos después de los disparos.Cheatle, que lleva tres décadas en el cuerpo, ostentaba un cargo político y tenía autoridad sobre 8.000 agentes.Sin embargo, en la mañana de hoy envío un correo en el que renuncia a su cargo: “No quiero que el ruido sobre mi posible renuncia suponga una distracción para el gran trabajo que todos y cada uno de ustedes llevan a cabo para cumplir nuestra crucial misión”, en el que añade que la decisión la ha tomado “con gran pesar”.El Departamento de Seguridad Nacional, del que depende el Servicio Secreto, anunció el inicio por orden del presidente, Joe Biden, de una investigación independiente a lo ocurrido con miembros de los dos partidos que debe concluir en un plazo de 45 días.
Por: Zaira Herrera