Los liberales obtuvieron 167 escaños en la Cámara de los Comunes, quedando a cinco escaños de la mayoría absoluta de 172 en el parlamento de 343 escaños, por lo que formarán un gobierno en minoría.
Esta victoria marca un cambio significativo en el panorama político canadiense, luego de que los liberales, que a principios de año estaban rezagados en las encuestas, obtuvieron un repunte en los resultados. La campaña estuvo atravesada por tensiones con el presidente estadounidense Donald Trump, cuyas amenazas arancelarias y comentarios sobre una posible anexión de Canadá generaron una ola de nacionalismo que impulsó el apoyo a Carney.
En su discurso de victoria, Carney declaró: “La antigua relación con Estados Unidos ha terminado”, subrayando la necesidad de que Canadá reduzca su dependencia económica de su vecino del sur.
El líder del Partido Conservador, Pierre Poilievre, perdió su escaño en Carleton, Ottawa, y reconoció la derrota, aunque expresó su intención de continuar liderando su partido. Por su parte, Jagmeet Singh, líder del Nuevo Partido Democrático (NDP), también perdió su escaño y anunció su renuncia como líder del partido.
Tras los resultados, los liberales necesitarán el respaldo de otras fuerzas políticas para aprobar legislación. Carney ha manifestado su disposición a colaborar con otros sectores para garantizar la estabilidad del gobierno y atender los desafíos económicos y diplomáticos del país.