La presencia de comunidades emberá en los alrededores del Parque Nacional reabre el debate sobre el manejo humanitario y las condiciones para el retorno de los pueblos indígenas desplazados.
Un grupo de aproximadamente 70 personas de la comunidad indígena Emberá, compuesto por 40 adultos y 30 niños, intentó ocupar nuevamente los predios del Parque Nacional Enrique Olaya Herrera en Bogotá.
Esta acción busca protestar por el presunto incumplimiento de los acuerdos alcanzados con el gobierno del presidente Gustavo Petro, relacionados con su retorno sostenible a los territorios de origen.
Las autoridades informaron que están haciendo un censo preliminar y verificando las condiciones de habitabilidad, salud y seguridad alimentaria de los menores y adultos presentes.
Aunque no se ha confirmado el número exacto de personas asentadas, algunos testimonios indican que varias familias llegaron el fin de semana desde diferentes puntos del país, tras haber sido reubicadas anteriormente.
Esta nueva ocupación revive las tensiones entre el Distrito y los líderes indígenas sobre el cumplimiento de los compromisos para el retorno digno a sus territorios.
En los últimos años, al menos 15 intentos de reubicación han enfrentado dificultades por falta de garantías en los lugares propuestos, y organizaciones defensoras de derechos humanos han insistido en que el Estado debe avanzar hacia soluciones estructurales y no transitorias.