Con el objetivo de transformar las prácticas agropecuarias y enfrentar problemáticas como la escasez hídrica y la erosión de suelos, la CAR formalizó la implementación de 318 Unidades Productivas Sostenibles (UPS) en cuatro municipios del departamento de Boyacá.
La iniciativa se ejecutará en Ráquira, San Miguel de Sema, Caldas y Buenavista, como parte del modelo de acuerdos de conservación entre la entidad y las comunidades beneficiadas.
Durante jornadas realizadas en cada uno de los municipios, el director general de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), Alfred Ignacio Ballesteros, lideró la firma de los acuerdos con los beneficiarios del programa. Las UPS contemplan acciones como la siembra de árboles nativos, la construcción y adecuación de reservorios, la producción de insumos orgánicos y la adopción de prácticas sostenibles en agricultura y ganadería como respuesta a los retos del cambio climático.
En total, se firmaron 80 acuerdos en Ráquira, otros 80 en San Miguel de Sema, 83 en Caldas y 75 en Buenavista. “Queremos reducir el impacto ambiental ocasionado por el sector agropecuario y promover acciones sostenibles que protejan el ecosistema y los recursos naturales”, expresó Ballesteros, quien destacó que el programa forma parte del Plan de Acción Cuatrienal 2024–2027 de la CAR.
Los beneficiarios han manifestado su respaldo a la estrategia. Fernando Eslava, productor del municipio de Caldas, afirmó: “Estamos agradecidos porque esta iniciativa nos ayudará a superar la escasez de agua y mejorar nuestras prácticas agrícolas y ganaderas”. A su vez, Osvaldo Barrios, de San Miguel de Sema, destacó el impacto positivo en la alimentación del ganado y la producción de quesos madurados.
Desde 2024, ya se han implementado 174 UPS en la región, con resultados significativos como la restauración de 390 hectáreas, la plantación de más de 36 mil árboles y la adecuación de 284 reservorios para la cosecha de agua lluvia. La meta para el cuatrienio es alcanzar 5.000 UPS, un millón de árboles plantados y más de 600.000 metros cúbicos de agua almacenada, consolidando así un modelo de desarrollo rural sostenible en Boyacá.