En Tibacuy, Cundinamarca, una finca cafetera enseña que el café de verdad nace del respeto por la tierra. ‘Las Mercedes’ no solo cultiva granos: cultiva armonía, descanso y experiencias que sanan el alma.
En lo profundo de las montañas de Tibacuy, Cundinamarca, donde el canto de las aves despierta cada mañana y la bruma abraza los cafetales como un susurro antiguo, se levanta la finca ‘Las Mercedes’, reconocida por producir uno de los mejores cafés de la región y por transmitir una forma distinta de entender la vida.
Desde hace más de 30 años, esta finca familiar ha aprendido una lección esencial: un buen café no nace únicamente del trabajo, sino del respeto profundo por la naturaleza. Aquí, el bosque no se tala para sembrar; crece junto al cafetal en una simbiosis que da frutos cargados de historia, sabor y conciencia.
‘Las Mercedes’ es un lugar donde el tiempo parece detenerse. Basta con despertar allí para sentirlo: el aroma a café recién hecho, el canto suave de las aves, el aire puro que baja desde los cerros; todo se conjuga para recordarte lo que significa vivir sin prisa.
Más allá de ser un paraíso cafetero, la finca ofrece alojamiento rural pensado para que cada visitante se sienta en casa, sin perder el encanto del campo. Habitaciones acogedoras, detalles llenos de dedicación y el silencio, ese que tanto se extraña en las ciudades, hacen parte de la experiencia.
Y si lo que se busca es más que descanso, ‘Las Mercedes’ ha diseñado espacios para el bienestar total: un spa inmerso en la naturaleza, un sauna donde el cuerpo se relaja mientras la mente se apacigua, y senderos que invitan a caminar, respirar y reconectar.