La CUT y la CGT denuncian que la ponencia mayoritaria en la Comisión Cuarta del Senado introduce medidas regresivas, y cuestionan que se haya eliminado del texto de la reforma la posibilidad de suprimir el contrato sindical patronal.
A través de un comunicado la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Confederación General del Trabajo (CGT) retiraron el apoyo a la reforma laboral que actualmente se discute en el Congreso de la República. Las centrales obreras aseguran que la ponencia mayoritaria en la Comisión Cuarta del Senado introduce medidas regresivas al texto aprobado previamente. “Se le quita el carácter laboral al contrato de aprendizaje y no se respetaría el recargo nocturno”, advirtieron.
Entre los principales cuestionamientos, las centrales señalan que la nueva ponencia plantea que el recargo nocturno solo se pague después de las 7:00 p.m. a quienes trabajen en empresas diferentes a una mipyme. Según el comunicado, esto excluye al 80% de los trabajadores, generando una discriminación inaceptable. Además, denuncian que se reduce el pago dominical al 100% solo para algunos casos y se baja al 75% en días festivos.
Otro de los puntos más críticos tiene que ver con la eliminación de derechos como el carácter laboral del contrato de aprendizaje, la supresión de licencias por citas médicas programadas, incapacidades menstruales, trabajo familiar y comunitario, y licencias de paternidad para transportadores. También se elimina del texto de la reforma la posibilidad de eliminar el contrato sindical patronal.

Las organizaciones sindicales alertan además que se abriría la puerta a contratos a término fijo de hasta cinco años, lo que consideran una burla al derecho a la estabilidad laboral. “Medidas absolutamente inadmisibles, que destruyen los derechos que se intentaban recuperar”, afirman los firmantes del comunicado.
Finalmente, CUT y CGT acusan que gran parte del Senado estaría actuando en favor de los intereses de la oligarquía y en contra de los trabajadores. Por eso, proponen que la consulta popular sea el mejor mecanismo de participación ciudadana para defender los derechos laborales, no solo de los trabajadores, sino del pueblo en general.