Como parte de su nuevo plan de reestructuración, la compañía eliminará alrededor de 20.000 puestos de trabajo, equivalentes al 15 % de su fuerza laboral global, y cerrará siete de sus 17 plantas de producción, con el objetivo de reducir su capacidad anual a 2,5 millones de unidades para 2027.
Nissan Motor Co. ha anunciado una profunda reestructuración tras registrar una pérdida neta de 670,9 mil millones de yenes (aproximadamente $4,5 mil millones) en el año fiscal que finalizó en marzo.
El nuevo CEO, Iván Espinosa, describió la situación como una “llamada de atención” y enfatizó la necesidad de acciones decisivas para garantizar la supervivencia de la empresa. Espinosa también señaló que la compañía está explorando asociaciones con Mitsubishi Motors y Honda para utilizar la capacidad excedente de producción en EE. UU.
Entre los factores que han contribuido a esta crisis se encuentran la caída en las ventas de vehículos, especialmente en mercados clave como China y Estados Unidos, y el impacto de los aranceles del 25 % impuestos por la administración del expresidente Donald Trump a las importaciones de automóviles. Estos aranceles podrían costar a Nissan hasta 450 mil millones de yenes ($3 mil millones) en 2025.
Nissan espera que estas medidas de reestructuración, que incluyen la reducción de costos por 500 mil millones de yenes ($3,4 mil millones), le permitan volver a la rentabilidad para el año fiscal 2026.