Como autoridad ambiental, la CAR ha insistido en que los primates no transmiten el virus de la fiebre amarilla.
Ante el aumento de casos de fiebre amarilla en varias regiones del país, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha hecho un llamado a la ciudadanía para proteger a los monos silvestres. Esta enfermedad viral es propagada únicamente por mosquitos infectados de los géneros Sabethes y Aedes, los cuales pican a un animal o persona contagiada y luego a otro humano, generando el contagio. Por tanto, los micos no son fuente de infección ni representan un peligro directo.
La entidad ambiental recordó que estos animales no representan un riesgo para la salud humana, sino que desempeñan un papel vital en la vigilancia y detección temprana de la enfermedad.
Lejos de ser una amenaza, los monos silvestres son considerados especies centinela, ya que debido a su alta sensibilidad al virus suelen ser los primeros en enfermar en un área. Esta condición permite a las autoridades de salud reaccionar a tiempo y poner en marcha medidas de control antes de que la enfermedad llegue a los humanos.
“Los micos actúan como reservorios naturales del virus, lo que facilita el monitoreo ambiental de la fiebre amarilla. Sin embargo, esto no los convierte en una amenaza. Por el contrario, su presencia es esencial para identificar zonas de riesgo y frenar posibles brotes en humanos mediante acciones como la vacunación y el control del mosquito transmisor”, explicó Sara Cantillo, médico veterinaria de la CAR.
La fiebre amarilla es una enfermedad grave, pero prevenible. La vacuna sigue siendo la herramienta más eficaz para evitar contagios. Las personas que planeen viajar a zonas endémicas deben vacunarse al menos 10 días antes del viaje. Una sola dosis garantiza protección de por vida.
Finalmente, la CAR recordó que, ante síntomas como fiebre alta, dolor de cabeza, dolores musculares o náuseas, es fundamental acudir de inmediato a un centro médico. La detección oportuna puede hacer la diferencia en el tratamiento y la recuperación del paciente.