Las movilizaciones, organizadas por una amplia coalición de grupos progresistas como Indivisible y MoveOn, congregaron a cientos de personas en las principales ciudades del país, entre ellas Washington D.C., Nueva York y Los Ángeles.
Los manifestantes expresaron su descontento por diversas medidas implementadas por la administración Trump, como los despidos masivos de empleados federales, recortes en programas sociales como Medicaid y la Seguridad Social, y políticas restrictivas hacia inmigrantes y personas transgénero.
Por otro lado, criticaron la creciente influencia de multimillonarios en la política, señalando específicamente a Elon Musk por su papel en la reducción agresiva del presupuesto federal a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
En Washington D.C., decenas de miles de personas se congregaron en el National Mall, portando pancartas con mensajes como “Manos fuera de nuestra democracia” y “No más recortes”. La representante Ilhan Omar, presente en la manifestación, declaró: “Estamos aquí para decirle a esta administración que no permitiremos que destruyan nuestros derechos y nuestras instituciones”.
Estas protestas representan la primera gran movilización ciudadana durante el segundo mandato de Trump y reflejan una creciente oposición a las políticas de su administración y a la influencia de figuras como Musk en el gobierno. Los organizadores han señalado que continuarán con acciones similares en el futuro para defender los derechos civiles y sociales de todos los estadounidenses.