En el municipio de Gachetá, Cundinamarca, se encuentra la Ruta de la Salinera, un recorrido de aproximadamente cinco kilómetros que resalta la belleza natural de la región y su valor histórico y cultural.
Este sendero atraviesa las veredas de Bombita, Salinas y Moquentiva, y guarda en sus paisajes el testimonio de un pasado ancestral vinculado a la extracción y comercio de la sal, mineral de gran importancia para los muiscas.
El recorrido serpentea junto al río Salineros, cuyas aguas cristalinas acompañan a los caminantes a lo largo del trayecto. Este entorno natural es apto para la práctica del senderismo, permitiendo a los visitantes observar quebradas, pozos naturales, riachuelos y cascadas presentes en el recorrido. La diversidad de ecosistemas ofrece una experiencia en la que se combinan la frescura del agua, la vegetación, el canto de las aves y el sonido del viento entre los árboles.
Además de su riqueza natural, la Ruta de la Salinera brinda una experiencia de inmersión cultural. Los viajeros pueden interactuar con las comunidades rurales de las veredas por donde pasa el sendero, conociendo sus costumbres, labores agrícolas y estilo de vida. Entre los atractivos se encuentra la gastronomía local, elaborada con ingredientes cultivados en la zona, que reflejan la identidad de los habitantes del territorio.
Este destino representa una alternativa para quienes buscan un turismo sostenible. Durante el recorrido se promueve el respeto por el entorno, el apoyo a las comunidades locales y la conservación tanto del medioambiente como de las tradiciones presentes en la región.
La Ruta de la Salinera constituye un recorrido por el municipio de Gachetá donde confluyen elementos naturales, históricos y comunitarios, y en el que el paisaje y la memoria local forman parte de la experiencia de los visitantes.