El 15 de agosto de 2025, Donald Trump y Vladimir Putin se reunieron en la base Elmendorf-Richardson, en Anchorage, para una primera conversación orientada a explorar un alto al fuego en Ucrania y discutir asuntos de seguridad internacional.
La reunión inició a las 11:00 a.m. hora local con un encuentro privado entre ambos mandatarios, seguido por una sesión ampliada con sus delegaciones. “Es una reunión para tantear el terreno y ver si un acuerdo es posible”, declaró Trump antes de ingresar, según la Casa Blanca. Putin afirmó que su objetivo era “garantizar que Ucrania no ingrese a la OTAN y avanzar en el reconocimiento de las regiones que Rusia considera suyas”.
Putin llegó acompañado por los ministros Serguéi Lavrov (Exteriores), Andréi Beloúsov (Defensa) y Antón Siluánov (Finanzas), mientras que Trump contó con asesores de seguridad y política exterior. La agenda se centró en el alto al fuego y en evaluar condiciones para una futura cumbre con Volodímir Zelenskiy, en la que podrían participar delegados europeos, con el fin de negociar una salida pactada al conflicto.
La elección de Alaska tuvo un carácter estratégico y simbólico por su cercanía geográfica con Rusia y su historia como territorio adquirido por Estados Unidos en 1867. Durante la jornada, medios internacionales registraron protestas en Anchorage, donde grupos pro-ucranianos exigieron que Kiev estuviera representado en el proceso.
Sin acuerdos firmados, ambas delegaciones dejaron abierta la opción de mantener el diálogo. Trump señaló que en los próximos días definirá si convoca un nuevo encuentro con Putin y Zelenskiy. Moscú, por su parte, reiteró que cualquier avance dependerá del cumplimiento de sus exigencias sobre seguridad y control territorial.