El presidente de EE. UU. confirmó un pacto con Beijing que incluye el restablecimiento del suministro de tierras raras, un nuevo esquema arancelario y la aceptación de estudiantes chinos en universidades estadounidenses.
El presidente Donald Trump anunció este martes que Estados Unidos y China han alcanzado un acuerdo preliminar tras dos días de negociaciones comerciales en Londres, lo que permitirá reactivar el suministro de tierras raras desde el país asiático y abrirá las puertas para la llegada de estudiantes chinos a instituciones académicas en EE. UU. Según el mandatario, este pacto reducirá las tensiones bilaterales y garantizará estabilidad económica.
El acuerdo, definido como un “marco general de implementación”, establece aranceles del 55 % a productos chinos y del 10 % a exportaciones estadounidenses, y habilita el ingreso de estudiantes chinos que deseen formarse en universidades estadounidenses, medida que había sido restringida durante el primer mandato de Trump. “Este es un gran día para Estados Unidos. Acordamos con China términos justos, seguros y útiles para ambos pueblos”, afirmó el presidente en una declaración desde Washington.
Además del restablecimiento del flujo de tierras raras —minerales esenciales para la industria tecnológica, de defensa y energías limpias—, el pacto incluye compromisos de cumplimiento mutuo y evaluaciones técnicas a 90 días. China estuvo representada por el viceprimer ministro He Lifeng, mientras que por EE. UU. participaron el secretario de Comercio Howard Lutnick y el negociador Scott Bessent. Ambos países retomarán los encuentros en agosto para avanzar en temas estructurales.
Mientras que sectores empresariales y tecnológicos celebraron el acuerdo por su impacto inmediato, analistas advirtieron que no resuelve de fondo las diferencias geoestratégicas entre ambas potencias. Además, organizaciones de derechos humanos han expresado preocupación por el posible origen de algunos minerales, especialmente en regiones vinculadas al trabajo forzado. Aun así, la reapertura a estudiantes chinos es vista como un gesto diplomático clave en medio de un año electoral.