Reconocido internacionalmente por su austeridad, su coherencia ética y su defensa de los derechos humanos, José Mujica deja un legado político y humano que ha sido destacado por líderes y organizaciones en todo el mundo.
José Alberto “Pepe” Mujica, expresidente de Uruguay, falleció este 13 de mayo de 2025 a los 89 años en su chacra del Rincón del Cerro, en Montevideo, tras una larga lucha contra el cáncer de esófago.
La noticia del fallecimiento fue confirmada por la Presidencia de Uruguay, que decretó tres días de duelo nacional. Mujica, quien gobernó entre 2010 y 2015, es recordado también como jefe de Estado y como un referente moral en América Latina, símbolo de coherencia y sencillez.
Exguerrillero tupamaro, estuvo preso durante 13 años durante la dictadura y, más tarde, se convirtió en senador, ministro de Ganadería y presidente.
Desde distintas partes del mundo, líderes políticos han expresado su pesar. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, escribió: “Adiós amigo. Ojalá América Latina, algún día, tenga himno; ojalá América del Sur se llame, algún día: Amazonía”. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, afirmó: “La política cobra sentido cuando se vive así, desde el corazón”. Claudia Sheinbaum, presidenta de México, lo describió como “ejemplo de sabiduría, pensamiento y sencillez”.
Gabriel Boric, mandatario chileno, recordó una visita a la chacra de Mujica: “Te vas físicamente pero te quedas para siempre. Te prometo que el olivo que plantamos en tu tierra florecerá”. Por su parte, Evo Morales sostuvo que Mujica representó “la voz más honesta de la política latinoamericana”.
En vida, Mujica promovió reformas progresistas como la legalización del aborto, el matrimonio igualitario y la regulación del cannabis, además de dejar frases memorables sobre el consumo, la política y el sentido de la vida. Su legado, como muchos coinciden, trasciende fronteras y generaciones.