Los visitantes podrán disfrutar de paisajes impresionantes y recorrer fincas productivas donde se valora la diversidad de especies nativas y la riqueza de la fauna local.
Uno de los mayores atractivos es la imponente Cascada de Nemustén, la más grande de la región, con más de 30 metros de altura, que deslumbra con su majestuosidad. Durante las caminatas ecológicas, los visitantes tienen la oportunidad de observar aves endémicas y migratorias, haciendo de cada recorrido un encuentro cercano con la biodiversidad que caracteriza esta región.
Además de la riqueza natural, la estancia ofrece visitas a fincas productivas donde los turistas pueden interactuar con productores locales, conocer sus prácticas agrícolas y adquirir productos frescos y artesanales. Este contacto directo fomenta un intercambio cultural y económico con campesinos y artesanos, fortaleciendo el desarrollo comunitario. Los recorridos también incluyen la observación en el comedero de oso, un espacio especial dedicado a esta especie, y para completar la experiencia, se cuenta con un convenio con piscinas termales cercanas para que los visitantes puedan relajarse tras sus aventuras al aire libre.
La gastronomía de la Estancia Chemar es otro de sus grandes atractivos, basada en el maíz, ingrediente esencial de la cultura local. Platos como las yotas, arepas, amasijos, coladas, masatos, ruyas y turrun deleitan el paladar y cuentan historias ancestrales que conectan a los visitantes con las tradiciones de Junín. La experiencia se enriquece gracias a los guías, el señor Edgar Castillo y el señor Iván Rozo, quienes acompañan a los visitantes con su amplio conocimiento de la región, asegurando recorridos informativos y amables.
Para aprovechar al máximo la visita, se recomienda que los turistas lleven ropa adecuada para el clima frío y húmedo del bosque de niebla, así como binoculares para la observación de aves, cámaras para capturar los paisajes, refrigerios e hidratación. Sobre todo, se sugiere llevar una actitud abierta y entusiasta para disfrutar plenamente del entorno natural y acuático que ofrece Junín, garantizando una experiencia segura y gratificante.
Finalmente, la Estancia Chemar ofrece alojamiento rural en cómodas cabañas construidas con materiales reutilizados, alimentadas con agua de lluvia y alumbradas con energía solar, demostrando un firme compromiso con el cuidado del medio ambiente. Los visitantes también pueden disfrutar de espacios amplios para meditar y convivir con los animales de la finca. Su restaurante sirve comida típica regional y nacional, elaborada con productos frescos cosechados directamente de la huerta. Los recorridos ecológicos permiten a los huéspedes participar en la cosecha de verduras y frutos, integrándose aún más con la naturaleza y la cultura que hace de Junín un destino inolvidable.