El asesinato del sargento viceprimero Carlos Andrés Cisneros Maigual, presuntamente a manos de un grupo armado ilegal, ha generado conmoción en el departamento de Caquetá.
El suboficial, que viajaba como pasajero en un bus de la empresa Cootranscaquetá, fue asesinado y su cuerpo calcinado dentro del vehículo, que posteriormente fue incinerado por los responsables del ataque.
Los hechos ocurrieron el lunes 13 de mayo en la vía que conecta a San Vicente del Caguán con Puerto Rico, a la altura del puente Riecito. Según versiones preliminares, el bus fue interceptado por hombres armados con fusiles, quienes obligaron a los pasajeros a descender. El único que no bajó habría sido el sargento Cisneros. Minutos después, los atacantes incendiaron el automotor.
La esposa del militar fue quien dio aviso sobre su desaparición al percatarse de que no había llegado a su destino en Bogotá. Desde entonces, el suboficial fue reportado como desaparecido. Las autoridades lograron sofocar las llamas y, al inspeccionar el vehículo, hallaron un cuerpo calcinado. Aunque en un inicio no se confirmó su identidad, tanto la familia como el Ejército señalaron que se trataba de Carlos Andrés Cisneros, único pasajero no localizado.
La confirmación oficial de su identidad fue entregada al mediodía del 13 de mayo por parte del Ejército Nacional. Según las autoridades, el crimen habría sido ejecutado por las disidencias de las Farc, estructura liderada por alias Calarcá, quienes tendrían presencia en la zona.
Este hecho se da en medio de un cese al fuego vigente en el territorio con dicho grupo armado, lo que ha generado preocupación entre la población civil y las autoridades. El gobernador del departamento expresó su rechazo categórico al crimen y solicitó mayor presencia institucional en la región para garantizar la seguridad.
El ataque al bus y la muerte del suboficial han desencadenado una investigación exhaustiva. Más de 14 personas, entre ellas el conductor del vehículo y otros pasajeros, ya han sido entrevistadas por los organismos de seguridad. Por ahora, se mantiene como principal hipótesis que el militar fue reconocido por los hombres armados, ejecutado dentro del bus y posteriormente incinerado, como parte de una acción selectiva.
La comunidad en San Vicente del Caguán permanece consternada. Este crimen revive los temores del pasado conflicto armado en una zona donde, a pesar de los avances en los procesos de paz, la violencia aún cobra vidas. Las autoridades han reforzado la seguridad en el corredor vial donde ocurrió el ataque y continúan con las labores de identificación de los responsables.