Reconocido recientemente por la Organización Mundial del Turismo (OMT) como uno de los municipios nominados en el programa Best Tourism Villages 2025, Sesquilé destaca por su riqueza natural, su legado ancestral y su compromiso con un turismo sostenible que protege la cultura y el entorno.
Ubicado a poco más de una hora de Bogotá, este destino invita a recorrer sus senderos ecológicos, disfrutar de miradores naturales y conocer lugares emblemáticos como la Laguna de Guatavita, cuna de la leyenda del Dorado. Sus paisajes, su clima templado y la calidez de su gente lo convierten en un lugar ideal para el descanso y la conexión con la naturaleza.
Además, el municipio impulsa proyectos de turismo comunitario, donde los visitantes pueden compartir con artesanos, campesinos y guías locales que promueven experiencias auténticas. Esta combinación de historia, biodiversidad y participación ciudadana ha hecho que Sesquilé sea visto como un ejemplo de desarrollo rural sostenible en la región.
La vida cultural también tiene un papel protagónico en Sesquilé. Sus festividades, como el Festival del Sol y la Luna y las celebraciones patronales en honor a la Virgen del Rosario, son espacios donde la música, la danza y la gastronomía local se unen para resaltar la identidad del pueblo. En cada rincón se respira tradición, y cada evento se convierte en una oportunidad para fortalecer el sentido de pertenencia y proyectar la riqueza cultural de sus habitantes.
Sesquilé sigue consolidándose como un orgullo de Cundinamarca, un territorio que invita a conocer lo mejor de la vida campesina, las tradiciones andinas y la magia que habita entre las montañas del altiplano.