En el lugar fue impuesta una medida preventiva debido a los vertimientos ilegales que contaminaban el agua y deterioraban el suelo, generando un serio impacto ambiental en la zona.
Una operación conjunta de la CAR Cundinamarca, la Alcaldía de Mosquera y la Policía Nacional permitió detener los vertimientos ilegales que un matadero realizaba sobre el río Bogotá. Según las autoridades, la situación no solo estaba contaminando el agua, sino también el suelo de la vereda San Francisco.
El procedimiento se desarrolló en Facatativá, donde los técnicos de la CAR —con el apoyo de EAMOS y de la Policía— comprobaron que las descargas provenientes de la planta llegaban directamente al río a través de un tubo conectado a una planta de tratamiento que no estaba en funcionamiento. Con equipos de vigilancia especializados lograron registrar en flagrancia cómo fluían los residuos. “Llevábamos un seguimiento juicioso a este tema y hoy podemos darnos por satisfechos y a la espera de que esta planta de sacrificio corrija sus malas prácticas”, aseguró Camila Cortes, directora regional Sabana Occidente de la CAR.
Durante una inspección detallada, los funcionarios encontraron además canales externos por donde corrían líquidos con sangre y restos de carne, evidenciando contaminación tanto del cauce como del suelo. Ante los hallazgos, la CAR retiró la tubería usada para los vertimientos y aplicó una medida preventiva por descargar aguas residuales no domésticas sin tratamiento previo.
“Este operativo es fruto de un largo seguimiento y gracias a esta labor logramos cerrar las salidas y los vertimientos que ilegalmente estaban llegando al río Bogotá”, añadió la directora regional, quien señaló que esperan que la planta adopte las correcciones exigidas para continuar operando sin afectar los recursos naturales.








