La edición 2025 presenta un recorrido renovado con creaciones artesanales y mayor participación comunitaria, resaltando el valor cultural que distingue a esta celebración en la región.
Cada diciembre, el municipio de Ricaurte se transforma en un escenario lleno de magia y color con la celebración del Festival Turístico de Faroles, un evento proyectado a ser reconocido como patrimonio turístico y cultural local. Este festival, símbolo de paz y convivencia, destaca por la creatividad de los habitantes, quienes elaboran faroles en diversas formas, texturas y materiales, iluminados con luces hechas con extracto de higuerilla o velas artesanales a base de grasa animal. Cada farol representa no solo una pieza artística, sino también una expresión viva de la identidad y las tradiciones del territorio.
La avenida principal, desde la carrera 15 hasta el parque central, se convierte en el corazón del evento. Allí, estaciones de faroles se organizan en hileras que reflejan la devoción a la Virgen de la Inmaculada Concepción, patrona del municipio. A partir de esta fe, los participantes diseñan figuras decorativas tanto sobre el suelo como en estructuras elaboradas con distintos materiales, creando un recorrido visual que evidencia la unión entre las creencias y el legado cultural de Ricaurte.
El festival no solo ofrece un espectáculo artesanal, sino también una experiencia que conecta a turistas y habitantes con el talento local. La avenida se convierte en un corredor cultural donde se aprecian los trabajos manuales elaborados por artesanos del municipio, quienes logran transportar a los visitantes a un ambiente lleno de fantasía y tradición.
Con su edición número XVII, el festival continúa fortaleciendo la integración entre los diferentes sectores del municipio. Además, funciona como una vitrina que muestra la realidad actual de Ricaurte e impulsa su reconocimiento como un destino turístico, cultural y religioso. A través de medios de comunicación, redes sociales, prensa, radio y televisión, este evento se posiciona como una alternativa atractiva para quienes buscan experiencias auténticas y llenas de valor simbólico.
Desde su inicio en 2008, el festival ha registrado un crecimiento constante en participación y asistencia, gracias al compromiso de la administración municipal y a la organización que respalda cada edición. Para propios y visitantes, esta celebración representa una oportunidad para descubrir la riqueza cultural, artística y espiritual que distingue al municipio de Ricaurte.








