Tras el operativo naval, se registraron manifestaciones de apoyo en Bélgica, Grecia, Alemania, Turquía, Canadá, España, Italia y Túnez.
La intercepción por parte de las fuerzas navales israelíes de la Flotilla Global Sumud – una misión civil humanitaria que pretendía romper el bloqueo marítimo impuesto a Gaza – desencadenó protestas en múltiples ciudades del mundo.
En Italia, los sindicatos más importantes convocaron una huelga general y manifestaciones en ciudades como Roma, Nápoles, Milán y Génova. Los manifestantes bloquearon accesos de trenes y puertos, exigiendo al gobierno actuar frente al operativo militar contra la flotilla.
En Bélgica, la protesta se centró frente al Ministerio de Relaciones Exteriores en Bruselas, mientras que en Grecia los manifestantes se tomaron las calles de Atenas y otras ciudades del país en respaldo al convoy marítimo.
Otras capitales europeas también registraron movilizaciones: Berlín vivió concentraciones frente a estaciones centrales; en Barcelona se protestó ante el consulado israelí; Madrid y otras ciudades españolas sumaron repudios oficiales y populares contra la intervención naval.
En Turquía, manifestantes frente a embajadas extranjeras acusaron a Israel de cometer crímenes internacionales y exigieron protección para los activistas. En Túnez, ciudad clave para la flotilla, hubo actos simbólicos de respaldo a la misión marítima. Amplias manifestaciones también se registraron en Canadá, donde comunidades internacionales organizaron marchas pacíficas para exigir la liberación de detenidos.
Las protestas apuntan a denunciar lo que muchos consideran una violación del derecho internacional y una agresión contra ciudadanos que llevaban ayuda humanitaria. Los organizadores de la flotilla sostienen que su misión es pacífica y exigen que Israel respete la libertad de navegación y devuelva a los activistas detenidos.








