El resurgimiento del COVID-19, que ha alcanzado desde Europa hasta la Antártida, ha llevado a varios gobiernos a volver a introducir medidas estrictas para controlar la propagación.En Europa, las tasas de positividad han superado el 20%, una cifra alarmante para los meses de verano, lo que genera preocupación por la posible aparición de nuevas variantes más severas.A pesar de la continua distribución de vacunas, la amenaza de variantes como la BA.2.86, que podría evadir la inmunidad existente, mantiene en alerta a las autoridades sanitarias.La OMS ha instado a intensificar las campañas de vacunación, especialmente entre las poblaciones más vulnerables, para evitar un colapso en los sistemas de salud.Expertos advierten que el impacto combinado del COVID-19 con otras enfermedades respiratorias, como la influenza, podría saturar los hospitales en los próximos meses.Los escenarios más pesimistas sugieren que la carga hospitalaria podría igualar o incluso superar la de olas anteriores.
Por: Alfredo Vidal