En un paso crucial para restablecer la estabilidad en Haití, los nueve miembros del Consejo Presidencial de Transición asumieron el control del país tras la renuncia del cuestionado primer ministro Ariel Henry. La ceremonia de juramento, celebrada en el Palacio Nacional, fue acompañada por música de fanfarria y marcó el inicio de una nueva etapa en la política haitiana.

El primer ministro saliente, Ariel Henry, formalizó su dimisión mediante una carta en la que agradeció al pueblo haitiano por la oportunidad de servir al país con integridad, sabiduría y honor. En su lugar, el Consejo Presidencial nombró al entonces ministro de Economía y Finanzas, Michel Patrick Boisvert, como nuevo primer ministro interino.

El Consejo, compuesto por siete miembros con derecho a voto y dos observadores, se enfrenta al desafío de estabilizar el país y convocar elecciones presidenciales, con la clara restricción de que ninguno de sus miembros ni el primer ministro interino podrá presentarse como candidato presidencial.

Haití ha experimentado una escalada de violencia desde finales de febrero, con poderosas pandillas llevando a cabo ataques contra instituciones gubernamentales y civiles. Esta situación ha provocado desplazamientos internos y una crisis humanitaria, con millones de personas afectadas por la hambruna aguda y la inseguridad.

El Consejo Presidencial se enfrenta al desafío de alcanzar un consenso sobre el nombramiento de un nuevo primer ministro y de garantizar una transición política estable hacia un gobierno electo. Además, queda por ver cómo responderán las pandillas del país ante estas nuevas autoridades, después de expresar su malestar por haber sido excluidas de las conversaciones sobre la transición.