Comenzó a regir un alto el fuego de 60 días entre Israel y Hezbolá en el Líbano, un acuerdo que busca poner fin a las hostilidades en la frontera. Según lo anunciado por el presidente estadounidense Joe Biden, el pacto incluye etapas cruciales, como el repliegue de Hezbolá al norte del río Litani y la retirada israelí del sur de Líbano, bajo la supervisión de Estados Unidos y Francia como garantes.
Desde el inicio del conflicto, más de 3,800 personas han muerto y 15,800 han resultado heridas debido a los bombardeos israelíes en Líbano. La violencia ha desplazado a 1,2 millones de personas, muchas de las cuales han buscado refugio en Siria. Los suburbios del sur de Beirut, así como comunidades del este y sur de Líbano, han sido las zonas más afectadas por los ataques.
El acuerdo también contempla negociaciones futuras para delimitar la frontera, actualmente definida por la ONU tras la guerra de 2006. Estados Unidos, junto con Turquía, Egipto y Catar, trabaja en otro acuerdo paralelo para detener los bombardeos en Gaza y garantizar la liberación de los rehenes capturados por Hamás.
Por: Alfredo Vidal