El municipio avanza en la construcción de placas huella en los sectores de San Jorge, Pasoancho y San Miguel, con una inversión superior a $1.200 millones.
Las intervenciones comprenden más de 2,5 kilómetros de vías en concreto reforzado, diseñadas para soportar el tránsito de vehículos de carga agrícola y garantizar su durabilidad a largo plazo. Cada tramo contará con sistemas de drenaje y obras complementarias que permitirán mitigar los efectos de la temporada de lluvias, uno de los principales retos para la movilidad rural en Fosca.
La inversión, superior a $1.200 millones, fue gestionada mediante convenios con el Instituto de Infraestructura y Concesiones de Cundinamarca (ICCU) y beneficiará directamente a más de 350 familias campesinas dedicadas a la agricultura y la ganadería, que durante años enfrentaron dificultades para movilizar sus productos hacia el casco urbano.
De acuerdo con la Secretaría de Planeación Municipal, la puesta en marcha de estas vías reducirá los tiempos de desplazamiento en un 40 %, impulsando la productividad del campo y disminuyendo los costos de transporte. Además, mejorará la accesibilidad a las escuelas rurales y a los centros de atención médica, fortaleciendo el tejido social de las comunidades.
En diálogo con El Tren de la Mañana, el alcalde Milton Barbosa Rey destacó que las obras representan un avance integral para el municipio. “Cada metro de placa huella es un paso hacia la equidad territorial. Estas vías conectan sueños, acercan servicios y dignifican el trabajo de nuestros campesinos. Fosca está demostrando que con gestión y compromiso sí es posible transformar la ruralidad”, afirmó.
En total, el plan vial 2025 contempla la intervención de más de 7 kilómetros de red rural, priorizando las veredas con mayor producción agrícola y mayores dificultades de acceso. Paralelamente, se adelantan proyectos de mantenimiento preventivo y adecuación de caminos veredales, con apoyo de las Juntas de Acción Comunal y la comunidad local.