A solo 40 minutos del casco urbano del municipio, se encuentra la Ecofinca Villa María, un espacio que promueve el turismo rural y la convivencia responsable con el entorno natural.
Ubicada entre montañas y rodeada de una gran riqueza hídrica, la finca se ha consolidado como uno de los destinos más representativos del municipio, al ofrecer una experiencia enfocada en el descanso, la gastronomía local y el respeto por la naturaleza.
“Este proyecto nació con la idea de buscar un lugar tranquilo para el retiro de nuestros padres y terminó convirtiéndose en un espacio de descanso y conexión con la naturaleza para muchas personas”, explica Jonathan Novoa, gerente de la Ecofinca.
Desde los senderos de Villa María se pueden apreciar algunos de los paisajes más característicos de Medina: montañas verdes, farallones y ríos cristalinos que reflejan la biodiversidad de la región. Además, el lugar alberga distintas especies que conviven en libertad.
“A la finca ha llegado animales en recuperación; hoy tenemos venados, pavos reales, faisanes, guacamayas y más de 40 especies de aves identificadas”, destacó Jonathan Novoa
La experiencia se complementa con una oferta gastronómica basada en recetas tradicionales. “Tratamos de mostrar lo mejor de la gastronomía de la región y todo es a base de lo que les enseñaron a nuestros padres”, concluye el gerente. En su mesa, los visitantes pueden degustar los tradicionales amasijos, las arepas de maíz y la infaltable carne llanera, símbolo de un municipio que representa la unión entre dos culturas.








