El ejército israelí anunció la muerte de Hassan Farhat, un alto comandante de Hamás, durante un ataque en Sidón, Líbano.
Farhat, acusado de orquestar numerosos ataques contra civiles y soldados israelíes, perdió la vida junto a dos de sus hijos en un bombardeo preciso que tenía como objetivo desmantelar la infraestructura operativa de la organización en la región.
Simultáneamente, las Fuerzas de Defensa de Israel lanzaron una nueva ofensiva terrestre en Gaza, menos de 48 horas después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu prometiera intensificar la presión militar para recuperar a los rehenes retenidos por Hamás.
Según el ejército, las tropas avanzaron en el barrio de Shujaiya, eliminando a numerosos combatientes, destruyendo un centro de mando y asegurando una zona de amortiguamiento.
Desde la reanudación de las operaciones en marzo, Israel ha mantenido su estrategia de dividir la Franja de Gaza y avanzar paso a paso para forzar la liberación de los rehenes. “Estamos aumentando la presión militar para que nos devuelvan a nuestros ciudadanos”, afirmó Netanyahu.