En dos años las autoridades han ocupado 50 propiedades, vinculadas a estructuras criminales, en varios municipios del departamento.
En un trabajo articulado entre la Fiscalía, la Policía Nacional y la Gobernación, Cundinamarca ha logrado la extinción de dominio de 50 bienes avaluados en más de $21.000 millones. Estas propiedades estaban relacionadas con delitos como narcotráfico, hurto de vehículos, abigeato y contaminación ambiental.
Durante 2024 se intervinieron 45 inmuebles en municipios como Anapoima, Mosquera, Facatativá y Sasaima, asociados a redes ilegales como “Los del Valle”, “Los Carreteros” y “Los Brujos”. En lo que va de 2025, se han ocupado cinco bienes adicionales en Viotá, Tocaima y Bogotá, entre ellos un predio en Ciudad Bolívar donde se realizaba desmantelamiento de vehículos robados.
El gobernador Jorge Emilio Rey Ángel destacó que la extinción de dominio frena economías ilegales, también actúa como medida de prevención, “Muchos creen que esta herramienta es solo una amenaza, pero es una acción real. Con ella enviamos un mensaje claro: si se usan los bienes para delinquir, se pierden”, afirmó el mandatario.
Las autoridades informaron que las estructuras afectadas pertenecen a bandas como “Los Biuta”, “Los Pelones” y “Los Dosh”. Según el coronel Miguel Díaz, subcomandante de la Policía de Cundinamarca, los delitos más comunes en estos procesos son el tráfico de estupefacientes, el hurto en distintas modalidades, la estafa y el abigeato.