Luis Antonio “Papo” Rosario, una de las figuras más queridas e influyentes de la salsa caribeña y exintegrante de El Gran Combo de Puerto Rico durante casi cuatro décadas, falleció a los 78 años tras enfrentar complicaciones de salud. Su partida deja un vacío profundo en la música latina y en miles de seguidores que crecieron con su voz, su alegría y su legado artístico.
La música tropical amaneció de luto este viernes 12 de diciembre de 2025 con la muerte de Luis Antonio “Papo” Rosario, histórico vocalista y coreógrafo de El Gran Combo de Puerto Rico. La noticia fue confirmada por su familia a través de un comunicado en redes sociales en el que expresaron que el artista “partió al cielo rodeado de toda su familia, de mucho amor y con Dios en su corazón”.
Su fallecimiento se conoce pocos días después de la muerte de Rafael Ithier, fundador y director de la agrupación, lo que marca un momento especialmente doloroso para los seguidores de la denominada “Universidad de la Salsa”. Rosario, nacido el 4 de abril de 1947, inició su formación musical en la Escuela Superior Central de Santurce en la década de 1960, antes de ingresar a El Gran Combo en 1980 para sustituir a Mike Ramos.
Desde entonces, se convirtió en una pieza clave en la línea de voces junto a Charlie Aponte y Jerry Rivas, aportando su característico timbre ronco, su versatilidad y su talento como coreógrafo. Durante 38 años, su presencia fue esencial para consolidar la estética, el sonido y la proyección internacional del grupo.
Entre sus interpretaciones más recordadas se encuentran Carbonerito, Jala jala, Todo bien, Regresa ya, No me olvides y Estás liquidao, canciones que lo posicionaron como una figura imprescindible dentro de la música latina. Su energía en el escenario, su carisma y su cercanía con el público hicieron de “Papo” un referente absoluto de la salsa, un artista capaz de transformar cualquier concierto en una fiesta cargada de sabor caribeño.
Su retiro en 2019, motivado por problemas de espalda y un posterior diagnóstico de cáncer, marcó el cierre de una era para El Gran Combo. La noticia de su partida generó una ola de mensajes de despedida en redes sociales.
Fanáticos y colegas compartieron recuerdos, frases de sus canciones y agradecimientos por las cuatro décadas de música que entregó. “Se fue persiguiendo al jefe”, “Era el coreógrafo del Gran Combo. Paz a tu alma, gigante” y “Gracias por tantos años de alegría y orgullo para Puerto Rico” fueron algunos de los mensajes que acompañaron las publicaciones.
Para muchos seguidores, la partida de “Papo” significa la pérdida de una voz que marcó generaciones. A pesar de su ausencia, el legado de “Papo” Rosario permanecerá vivo en la memoria colectiva de la salsa.
Sus compañeros de tarima, sus miles de seguidores y la historia musical del Caribe reconocen en él a un artista disciplinado, apasionado y profundamente comprometido con su público. Con su muerte, la salsa despide a una de sus figuras más emblemáticas, mientras su voz y su alegría perduran en cada grabación, en cada concierto recordado y en cada corazón que vibró con su música.








