El mandatario departamental advirtió sobre la necesidad de ejecutar de inmediato obras de mitigación en el corredor Bogotá–Villavicencio.
La apertura de la variante contigua al derrumbe, prevista para el 17 de septiembre, será un alivio parcial, pero no resuelve los riesgos en la montaña. El gobernador Jorge Emilio Rey explicó que las comunidades de la región siguen expuestas a cierres recurrentes que afectan la movilidad y el abastecimiento.
El mandatario señaló que la intensidad en las labores de remoción de material se ha reducido y que aún no se han adelantado obras de conducción de aguas en la parte alta del talud. De no realizarse estas intervenciones, el terreno podría seguir inestable y comprometer nuevamente el tránsito por el corredor.
Rey indicó que las pérdidas económicas continúan en aumento, especialmente para transportadores y comerciantes. Según cifras de la Cámara de Comercio de Villavicencio, más de 2.000 establecimientos han reportado caídas en sus ventas y dificultades para mantener la distribución de productos básicos.
“El corredor no puede, con cada lluvia, cerrarse por desatención de sitios inestables. Esto es inaceptable”, afirmó el gobernador en su cuenta de X. Agregó que se requiere un plan integral de obras de contención que garantice la movilidad permanente y salvaguarde la competitividad del país.








