A través de programas de conservación y adquisición de predios, la Gobernación busca garantizar el equilibrio ambiental y la disponibilidad de agua para las futuras generaciones.
Los páramos, que representan el 8,74 % de las áreas de este ecosistema en el país, desempeñan un papel fundamental en la regulación hídrica, funcionando como esponjas naturales que retienen y liberan agua de manera gradual.
Entre los más destacados se encuentran Chingaza, Sumapaz, Guerrero, Rabanal-Río Bogotá y el Altiplano Cundiboyacense, esenciales para el abastecimiento de agua y la biodiversidad.
Para reforzar su protección, se han implementado esquemas de Pagos por Servicios Ambientales en más de 15.260 hectáreas, involucrando a comunidades locales en la conservación. Así mismo, la adquisición de más de 724 predios, sumando 45.785 hectáreas, ha permitido fortalecer la restauración y recuperación de estos ecosistemas.
Además, el sistema lacustre de Chingaza, declarado sitio Ramsar desde 2008, protege 4.072 hectáreas de alta importancia ecológica, albergando más de 900 especies de flora y fauna, incluyendo el frailejón Espeletia uribeii y el Passalus chingaensis, especies endémicas de la región.