Estados Unidos anunció el 19 de agosto que, en las próximas 36 horas, enviará tres destructores con sistema Aegis cerca de la costa venezolana, como parte de una operación marítima destinada a monitorear y responder a carteles de droga catalogados como terroristas.
El despliegue incluye los destructores estadounidenses USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson, todos equipados con el avanzado sistema de defensa Aegis, según fuentes conocedoras del operativo consultadas por Reuters. Los buques llegarán frente a Venezuela en las próximas 36 horas, ampliando la presencia naval en la región del Caribe sur.
Además del envío de buques, se movilizarán unos 4.000 marines y marineros, aviones de reconocimiento P-8, otros buques de guerra y al menos un submarino de ataque. La misión apunta a actividades de inteligencia y vigilancia en aguas y cielos internacionales, aunque los buques también podrían operar como plataformas para ataques selectivos, si la Casa Blanca lo considera necesario.
El propósito declarado por Washington es enfrentar a organizaciones criminales catalogadas como “narco-terroristas”, incluidas agrupaciones como el Cártel de los Soles y el Tren de Aragua, que han sido designadas bajo esta categoría por la actual administración.
Este despliegue se distingue como una de las operaciones militares más agresivas en el Caribe meridional en años recientes, según describen analistas. En reacción, el gobierno venezolano, a través de su dirigente Diosdado Cabello, declaró que tales maniobras representan una intrusión en su territorio marítimo y advirtió que responderán proporcionalmente. Por su parte, el presidente Nicolás Maduro movilizó a milicianos y prometió dotarlos de “rifles y misiles” para defender la soberanía nacional.
La operación observa un contexto regional de creciente tensión, donde América Latina experimenta un fuerte énfasis en la seguridad fronteriza estadounidense y un endurecimiento de medidas contra redes criminales transnacionales. Esta escalada militar llega poco después de que la Casa Blanca declarara ilegales a los principales cárteles y alineara su estrategia antidrogas con criterios de seguridad nacional.