Las autoridades capturaron a seis personas que transformaban restos de res y cerdo en insumos para productos de aseo, fertilizantes y alimentos para ganado.
En una finca del municipio de Palermo (Huila), las autoridades descubrieron un centro clandestino dedicado a transformar huesos de animales en materia prima para la industria. Según la Fiscalía General de la Nación, los restos eran incinerados y triturados en hornos artesanales hasta obtener un polvo que luego se enviaba a una empresa en Bogotá, donde servía para elaborar artículos de aseo, fertilizantes y suplementos alimenticios.
Durante el operativo se incautaron más de mil bultos del material, junto con hornos, calderos, motores y tanques empleados en la producción. Las evidencias demostraron que el lugar operaba de forma continua, sin permisos ambientales ni condiciones adecuadas para el manejo de residuos biológicos.
El organismo investigador advirtió que la quema de huesos generaba emisiones tóxicas y vertimientos que contaminaban el aire y los afluentes cercanos. Además, la ausencia de controles sanitarios representaba un riesgo para la salud pública y el equilibrio ecológico, al manipular desechos animales sin protocolos de bioseguridad.
Durante la diligencia judicial fueron capturados Carlos Andrés Romero Reyes, Enderson David Flórez Acosta, Ángel Gabriel Rivera Machado, Alfonso Martínez Montealegre, Yonaiker Graterol Piña y Yefferson Kelvin Medina Pinto. Un fiscal de la Seccional Huila les imputó el delito de contaminación ambiental, aunque ninguno aceptó los cargos.
Por decisión del juez de control de garantías, uno de los procesados deberá cumplir medida de aseguramiento domiciliaria, mientras los demás seguirán vinculados a la investigación en libertad.








