La autodefensa psíquica y la armonización energética nos enseñan a protegernos de esas influencias invisibles y a restaurar nuestro equilibrio.A menudo, entramos a un lugar y sentimos que algo no está bien: un aire pesado, un malestar inexplicable, o tal vez, después de una conversación, nos sentimos drenados y agotados sin saber por qué.Esto no es casualidad, los lugares y las personas emiten energía, y cuando interactuamos con ellas, esa energía puede afectarnos, ya sea positiva o negativamente.En el mundo espiritual, se habla de larvas astrales o cascos energéticos: entidades o influencias que pueden adherirse a nuestro campo energético, drenándonos de vitalidad.La armonización energética es el proceso de restaurar nuestra energía a su estado natural y elevado. Herramientas como cristales, esencias y técnicas como meditación y respiración consciente son esenciales para limpiar nuestro campo energético.Estas prácticas nos protegen y fortalecen nuestra conexión espiritual, ayudándonos a mantenernos centrados y equilibrados.
Por: Evelin Salazar