En un reciente mensaje publicado en su cuenta de X, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, expresó su preocupación por la situación política y judicial que atraviesan tanto él como su partido, el Centro Democrático.
El líder opositor abordó dos temas claves: el atentado contra el senador y precandidato Miguel Uribe Turbay, y el juicio que enfrenta por presunta manipulación de testigos. El exmandatario subrayó que, frente a estos hechos, “la situación no es para tener tranquilidad”, reflejando el tono de alerta y preocupación que domina actualmente en su colectividad.
Uribe hizo énfasis en el grave atentado que sufrió Miguel Uribe Turbay, a quien describió como “uno de nuestros candidatos de oposición, muy destacado”. El ataque no solo puso en riesgo la vida del senador, sino que también obligó a pausar la campaña del Centro Democrático y encendió las alarmas de seguridad para los demás precandidatos. Este hecho, según el expresidente, no puede verse como un incidente aislado, sino como un síntoma preocupante del clima político que vive el país.
En cuanto a su proceso judicial, cuyo fallo se espera para el próximo 28 de julio, Uribe reiteró que ha enfrentado el juicio con respeto hacia la justicia y hacia la juez encargada. No obstante, criticó fuertemente al actual gobierno, al que acusó de haber influido directamente en el proceso a través de su senador más representativo, en una clara alusión a Iván Cepeda. Aunque mantuvo un tono institucional, Uribe dejó ver su inconformidad con lo que considera una persecución política impulsada desde el poder.
El exmandatario también cuestionó la legitimidad de los fiscales que han participado en su proceso. Señaló que el fiscal que lo acusó fue promovido por el actual ministro de Justicia, cuando este se desempeñaba como fiscal general durante el gobierno de Juan Manuel Santos. Además, mencionó que fue inicialmente detenido por un magistrado con presuntos vínculos laborales y personales con Cepeda y con el proceso de paz en La Habana, al que Uribe siempre se opuso abiertamente.
Este mensaje de Uribe busca defender su posición ante la opinión pública nacional e internacional y, al mismo tiempo, enviar una alerta sobre el estado de la democracia y la oposición política en Colombia. La coincidencia del atentado contra Miguel Uribe con el avance de su juicio refuerza, según su visión, la idea de que el Centro Democrático está bajo ataque tanto físico como judicial.