El avión del presidente Gustavo Petro enfrentó un nuevo contratiempo en su salida de Riyadh, Arabia Saudita, rumbo a Egipto, luego de que diez empresas se negaran a suministrarle combustible.
Un nuevo incidente diplomático y logístico afectó la gira internacional del presidente de Colombia, cuando el avión presidencial no pudo ser atendido en el aeropuerto de Riyadh (Arabia Saudita) debido a la negativa de varias compañías a proveerle combustible.
Según trascendió, diez empresas contratadas para el suministro de combustible se negaron a prestar el servicio, argumentando que el mandatario habría sido incluido en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos, también conocida como la Lista Clinton. Esta inclusión implica el bloqueo de activos y la prohibición de realizar transacciones con personas o entidades listadas por ese organismo.
Fuentes señalaron que algunas de las compañías involucradas tienen capital estadounidense, por lo que desistieron de atender la aeronave para evitar posibles sanciones o violaciones a las regulaciones de la OFAC.
Desde Madrid, el presidente Petro se pronunció sobre el incidente, calificándolo como una “humillación impuesta por una empresa norteamericana” contratada por la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) para proveer combustible en el exterior.
“Menos mal me pone la empresa gringa esta humillación, porque se romperá el contrato con ella”, declaró el mandatario, quien aclaró que el hecho no ocurrió en Madrid, como se había informado inicialmente, sino en Cabo Verde, África.
Petro también atribuyó el episodio a una persecución política internacional, afirmando que su postura frente al conflicto en Gaza y otras denuncias de carácter geopolítico habrían generado represalias.
“El mundo sabe que me persigue Donald Trump porque me opuse al genocidio en Gaza y al crimen en el Caribe”, aseguró el jefe de Estado, descartando cualquier vínculo con las acusaciones difundidas en redes sociales.
Este episodio se suma al ocurrido el pasado 29 de octubre, cuando varias compañías que operan en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, también se negaron a abastecer de combustible el avión presidencial colombiano antes de su desplazamiento hacia Arabia Saudita.








