La tragedia, ocurrida el 4 de abril, ha dejado a la comunidad en estado de indignación mientras se exige justicia.
El pasado viernes 4 de abril, Sara Millerey, residente en Bello, visitó a un tío en el barrio Playa Rica para solicitar ayuda económica. Luego, tras salir de la casa en un estado de molestia por recibir poco dinero para comprar un jabón y ropa, la víctima fue violentamente agredida y abandonada en la quebrada La García, zona reconocida por su vinculación con el consumo y venta de estupefacientes.
Según recabaron las investigaciones, la agresión fue de extrema brutalidad. Los testigos presenciaron el horror: Sara fue sometida a una violencia desmedida, con brazos y piernas fracturados, mientras sus agresores la arrojaban sin piedad al agua. Los relatos indican que, durante al menos dos horas, la víctima permaneció en estado de agonía, aferrándose a las ramas para evitar que la corriente la arrastrara. El temor a represalias habría inmovilizado a quienes presenciaron el acto, muchos de ellos grabando la escena con sus celulares sin intervenir.
La situación se volvió insoportable cuando la madre de Sara recibió una llamada alertándola del estado de su hija. Al arribar al lugar, encontró a su hija sufriendo intensamente, lo que motivó la intervención de dos transeúntes y la asistencia inmediata del equipo de Bomberos y la Policía de Bello. A pesar de los auxilios, Sara fue trasladada al Hospital La María en Medellín, donde falleció debido a la gravedad de sus heridas.
Ante la magnitud del crimen, la Alcaldía de Bello y la Gobernación de Antioquia han anunciado una recompensa conjunta de 100 millones de pesos para obtener información que conduzca a la identificación de los agresores. Las investigaciones apuntan a que los responsables podrían pertenecer a una estructura delincuencial local, y, a día de hoy, no existen registros en cámaras de seguridad del violento suceso.
El caso ha encendido el debate sobre la vulnerabilidad de la comunidad LGBTIQ+ en Colombia. Organizaciones como Caribe Afirmativo han destacado que, con este lamentable suceso, ya se contabilizan 25 asesinatos de personas pertenecientes a este colectivo en lo que va del año, siendo Antioquia uno de los departamentos con mayores incidencias. El presidente Gustavo Petro, por su parte, ha pedido a las autoridades máxima dedicación en la investigación para lograr justicia en uno de los crímenes que más ha indignado al país.