La decisión determinará si el proyecto “Accesos Norte Fase II”, que incluye la ampliación de carriles, ciclorrutas y mejoramientos hidráulicos, continúa.
La construcción del paso elevado sobre la Autopista Norte avanza en la fase final del proyecto, mientras su continuidad depende de la licencia ambiental. Por solicitud de ciudadanos y organizaciones ambientales, la ANLA convocó una Audiencia Pública para evaluar los impactos del proyecto “Accesos Norte Fase II”, liderado por la Concesionaria Ruta Bogotá Norte S.A.S.
Entre las calles 191 y 245 se proyectan mejoras en 5,8 kilómetros por calzada, que incluyen la ampliación de la vía con un carril adicional para transporte masivo, ciclorrutas, andenes y mejoramientos hidráulicos. También se contempla un carril exclusivo de TransMilenio hacia Chía, retornos a desnivel, puentes peatonales y una segunda calzada en la carrera Séptima, así como optimización del acceso por Sopó.
La participación ciudadana avanza con fechas definidas: el 8 de noviembre se realizará la Reunión Informativa y el 29 de noviembre la Audiencia Pública Ambiental en la Escuela Colombiana de Ingeniería. Hasta el 25 de noviembre, las personas interesadas podrán inscribirse a través de los canales habilitados por la ANLA para presentar observaciones que serán consideradas en la evaluación ambiental.
El proyecto incluye la conexión de humedales mediante siete box culverts para permitir el paso de fauna y aumentar el flujo hidráulico. La concesionaria asegura haber ajustado los diseños para reducir impactos, mientras organizaciones ambientales señalan posibles afectaciones a ecosistemas del río Torca y humedales declarados sitios Ramsar.
Si la licencia ambiental es negada, la concesionaria no presentará nueva solicitud y evalúa la posibilidad de demandar al Estado. La decisión de la ANLA definirá la movilidad en el norte de Bogotá, la conexión con municipios como Chía y la gestión ambiental de la zona.








