El ciclomontañista cundinamarqués se coronó campeón en las justas que se disputan en Lima y Ayacucho, Perú.
El ciclismo colombiano vivió una jornada inolvidable en Ayacucho luego del triunfo de Iván Felipe López, el corredor de Soacha que se proclamó campeón del Cross Country Olímpico (XCO) en los Juegos Bolivarianos y que, junto a Ana María Roa, abrió el medallero dorado para Colombia.
López habló en El Tren de la Mañana sobre una victoria que calificó como “un logro que siempre llena de alegría, porque es representar al país en una competencia internacional”.
Desde los primeros metros del recorrido, el cundinamarqués sintió que tenía el ritmo para pelear adelante, ya que “las sensaciones fueron muy buenas y empecé a tomar la punta desde el inicio. Me mantuve muy concentrado y, al final, se dieron los resultados”, explicó.
El trazado de Ayacucho, técnico y a más de 2.700 metros de altura, representó un desafío adicional. “Era un circuito muy duro, con ascensos muy largos y zonas cortas que exigían mucha explosividad. A la altura había que tenerle respeto, porque, al mínimo descuido, se podía hiperventilar o marear”, relató.
El corredor también destacó el trabajo previo que realizó junto a su entrenador, especialmente para adaptarse a la altitud: “Hicimos una preparación muy enfocada en altura. Sabíamos que las condiciones serían fuertes, así que todo el trabajo técnico y físico se pensó para este circuito”.
Pero lo conseguido en Ayacucho tiene un significado mucho más profundo: marca el primer paso en su camino hacia los Juegos Olímpicos. “Esta competencia bolivariana fue la más pequeña del ciclo olímpico. Desde aquí empezamos a soñar en grande. Se viene una preparación con mucho anhelo, porque el sueño es llegar a Los Ángeles 2028”, declaró.








